Texto y fotos por: Catalina Díaz Franco
¿Recuerdas a Paris Hilton con su teléfono de tapa rosada, su abdomen marcado y sus jeans de tiro bajo? La “it girl” de los años 2000, la representante oficial de la moda Y2K. Ha pasado mucho tiempo desde que la vimos, ¿no?
Pues reapareció en las pasarelas con un icónico look fucsia, con velo de novia, vestido brillante, guantes sin dedos y unos stilettos, como lo relata la revista Elle. París reencarna su típico Hot pink look de principios de siglo 21, cerrando con ese emblemático momento el desfile de Versace en el Milan Fashion Week primavera verano 2023, pero ¿qué hay detrás de este retorno? El temido regreso de la talla cero.
Las tendencias son ciclos que se repiten una y otra vez como espirales en el mundo de la moda y estas siempre tienden a regresar (así como tu ex tóxico). Este “ciclo”, que en ocasiones también se representa como una curva, la de Roggers, aplica para todo en general, no solo para la moda, sino también para el diseño, la arquitectura, música, cuerpos… entre muchos otros.
Emanuel Castillo, más conocido como Manu Castillo o Manu Styling, es un fashion stylist, coordinador de moda y tiktoker mexicano, explica a través de Tiktok que la primera etapa de estos ciclos es cuando algo es nuevo (surge una tendencia pequeña que generalmente pertenece a una subcultura urbana), la segunda es ser descubierto (la tendencia es asumida y defendida por un grupo más amplio), la tercera es ser viral (aquí es cuando los medios lo difunden como algo atractivo y también se produce en masa), la cuarta es ser rechazada (parte de su grupo abandona la tendencia) y la quinta es buscar algo nuevo.
Los patrones de las tendencias también nos permiten plantear la pregunta sobre si los cuerpos son moda o no, este es el momento en el que muchas personas saltan y gritan ¡los cuerpos no son una moda!, pero miles de años de historia y “modas corporales” podrían desacreditar esa afirmación.
Las “tendencias corporales” llevan un ritmo de cambio de aproximadamente 10 años (en ocasiones de más tiempo) desde finales del siglo 19 e inicios del siglo 20, exactamente después de la revolución industrial, las gibson girls, las charleston, la silueta reloj de arena de Dior, las curvy girls como Marilyn Monroe, las piernas largas de los 80…
La talla 0
“Hace referencia a la medida extra chica (xs), donde la cintura de las personas debe medir 60 centímetros, mientras que las caderas no deben sobrepasar los 90…”,responden a la medida 90-60-90, que se popularizó en 1990 y se siguió usando como una expresión para hablar de la “perfección” corporal, así lo explica el blog Serzen.
Estas “tendencias” siempre cuentan con una abanderada, que viene siendo un rostro reconocido en la industria, una actriz, celebridad o modelo famosa. La cara del Y2K con su respectiva talla de los 2000 era claramente Paris Hilton, con algunas otras celebridades como Kate Moss y Britney Spears.
Ellas eran el referente del cuerpo ideal de la década 2000- 2010 aproximadamente. El problema de esta tendencia es que la talla cero no es compatible con la estructura ósea y corporal de muchas personas, lo que genera frustración, ansiedad y hasta depresión por no entrar en el estándar de belleza del momento.
Andrea Naranjo Gallego, una joven de 20 años, durante toda su infancia practicó ballet. Ella cuenta que su genética hace que su cuerpo sea voluptuoso, así que durante los años que practicaba esta disciplina sufría constantes maltratos por parte de sus maestros, pues hacían comentarios como “está como subidita de peso” y “así no va a saltar bien”.
Ella comenzó a practicar ballet desde los 3 años hasta los 12. Andrea sufrió una lesión grave a causa de estrictos entrenamientos de 5 horas diarias. Durante la recuperación subió un poco de peso, al llegar a entrenar de nuevo el comentario de su profesor delante de las demás bailarinas fue: “¿Usted qué? ¿Se dedicó a comer o qué?”, humillando públicamente a una niña de 12 años.
Manu Castillo dice que desde ya está preocupado por los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) que pueda potenciar esta tendencia, pues afirma que ya están muy presentes en los jóvenes. Según un estudio de la American Journal of Clinical Nutrition, antes de la pandemia el 7,8% de la humanidad sufría algún tipo de TCA, datos que seguramente aumentarán en próximos estudios. Entre estas afecciones se encuentran la anorexia y la bulimia nerviosa, el trastorno por atracones y el trastorno evitativo/restrictivo de la ingesta alimentaria.
Castillo dice que cuando ve sus redes sociales encuentra montones de adolescentes promoviendo o haciendo dietas extremas para bajar de peso rápido, o regímenes de ejercicio exagerados.
El fashion stylist explica que el regreso de Paris Hilton a las pasarelas con ese look de Versace, no solo refuerza la tendencia creciente del retorno de la talla cero, sino que la rectifica. Aun así, acota que la nueva cara de la talla 0 para este regreso no va a ser París, va a ser Bella Hadid.
Las tendencias, como se había mencionado anteriormente, aplican para todo, tanto para los cuerpos, como para la ropa. Así que este regreso de la talla 0 no viene solamente con el estereotipo corporal, sino con ropa diseñada para este tipo de cuerpo, como los pantalones de tiro a la cadera, las micro faldas (como la de Miu Miu), los cut out, los mesh tops, y más.
El body positive
Es una tendencia contraria a la talla cero, que promueve los cuerpos no hegemónicos y curvy que llevaban la batuta en cánones de belleza hasta el 2010, cuando este movimiento tuvo su boom. Kim Kardashian es la abanderada de esta tendencia. Manu cuenta que Kim se convirtió en uno de los referentes de moda
más importantes de la última década, luego de representar los cuerpos curvys junto con la mayoría de sus hermanas.
Así mismo, muchísimas personas, en ese momento, comenzaron a hablar sobre la importancia de aceptarnos tal y como somos, además de respetar la existencia de todos sin darle relevancia a nuestra talla, peso, estatura u otras medidas.
Aun así, el body positive no es solo un movimiento de amor propio, también influenció la búsqueda extrema del fenotipo de Kim Kardashian creado por múltiples cirugías, promoviendo así la explosión en las operaciones estéticas, como la BBL o cirugía de levantamiento de glúteo brasileña, la liposucción y el aumento de senos. También pequeños procedimientos como el relleno de labios con ácido hialurónico. Con esto se inició otra búsqueda tóxica de un ideal imposible.
Como consecuencia, los cuerpos delgados empezaron a sufrir la discriminación que antes sufrían los curvy. Valeria Sánchez es una universitaria de 20 años que durante su adolescencia sufrió constantes maltratos en su colegio porque se veía delgada y tenía poco busto, sus compañeros todo el tiempo la llamaban “tabla”, le preguntaban si era un hombre, pues “no se veía como una mujer”. Estos comentarios eran un tormento, se sentía mal, lloraba y le preguntaba a su mamá por qué ella tenía que ser de esa manera. Ahora Kim ha bajado de peso, se quitó los implantes de glúteos y senos, esos mismos que llevaron a millones de mujeres a operarse. Las tendencias van y vienen.
Vivimos en un mundo en el que las personas permitimos que este tipo de tendencias nos moldeen y lastimen, hay que formar nuestro carácter para evitar que esto siga sucediendo, dejar atrás los estereotipos imposibles y el body shaming. Solo nacemos responsables de un cuerpo, el propio, hay que amarlo, cuidarlo y respetarlo, solo así dejaremos atrás este tipo de comportamientos y de esta manera romper el ciclo de las tendencias tóxicas.
