Jaramillo Ossa, un tinto con la muerte 

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Texto y fotos por Ashley Montealegre Aguirre

Este 22 de marzo se cumplieron 34 años del magnicidio a Bernardo Jaramillo Ossa, candidato presidencial de la Unión Patriótica – UP. Aún con la sentencia de la Corte Internacional de Derechos Humanos – CIDH no hay justicia para la persecución política nacional de los miembros de este partido político en los años ochenta y noventa.  

Se paseaba por los suelos del aeropuerto con toda su gallada; doce escoltas del Departamento Administrativo de Seguridad – DAS para ser exactos. Le dolía mucho la espalda ese día ¿La responsabilidad de todo un partido? ¿De la paz y la guerra? ¿Las elecciones? ¿La muerte de Jaime Pardo Leal, su compañero y de quien asumió las banderas de la UP tras su asesinato en 1987? Como fuese, ese día no podía soportar el chaleco antibalas, tanto por el dolor como por la idea de sentir el viento salado de Santa Marta con tan pesada indumentaria 

Consultó su reloj: las ocho en punto de ese 22 de marzo de 1990. Levantó la vista y ante sí estaba un pelado de unos 15 ó 16 años, con olor a las frutas que vendía en la mañana y calzando los zapatos que lo acompañaban todas las noches a cuidar los autos de los ricos. Vislumbró el periódico en sus manos callosas por la ardua labor en la fábrica de tizas de billar, ¿y bajo él? Una ametralladora. Cuatro disparos. El punzante dolor, la sangre caliente resbalándose entre la ropa y la piel, los vidrios rotos a su espalda. “Amor mío, ¡me mataron! ¡Esos hijueputas me mataron!”. Eran las ocho y cinco de la mañana.  

                                                           *** 

Manizales. Lo primero que ve es el destello de una luz blanquecina por las cortinas de la ventana. “Otra mañana fría ¿Habrá mucha neblina?” y se levanta dejando a su esposo en el lecho matrimonial. Va a la cocina y enciende la radio: “Han perpetrado un atentado al candidato presidencial de la Unión Patriótica, Bernardo Jaramillo Ossa, el día de hoy en el Puente Aéreo de la ciudad de Bogotá”.  

La voz en la radio se distorsiona. Un escalofrío le recorre la espalda y siente un vacío en el vientre. Como puede, saca su voz para gritar a su marido: “¡Mijito, le hicieron un atentado al niño!”. 

                                                           *** 

«No se puede hablar de paz, ni ser consecuente con la paz, cuando no se castiga ejemplarmente a los miembros del Estado comprometidos con la violencia hacia la población civil» 

Discurso de Bernardo Jaramillo Ossa- 

30 de enero de 2023. La CIDH emite su sentencia de 180 páginas, se escucha la voz del juez a través de la reunión digital. Todos esos viejos militantes recuerdan la voz de Bernardo y de muchos otros. Irónicamente no se ha hecho justicia aún. El juez lee “La Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró que el Estado de Colombia es responsable por las violaciones de derechos humanos cometidas en perjuicio de más de 6.000 integrantes y militantes del partido Unión Patriótica, a partir de 1984 y por más de 20 años, como consecuencia de un plan de exterminio dirigido contra el partido, sus integrantes, militantes y simpatizantes”. La sala se levanta en aplausos. 

                                                        ***  

–Bernardo, un hombre intelectual, graduado de Derecho en la Universidad de Caldas, lleno de carisma. Nos solíamos sentar a tomar tinto mientras hablábamos de la Juventud Comunista del país. – Dice Jaime Pardo Leal desde la tumba. 

–Allá andan echándole la culpa a Escobar. – Responde entre risas José Antequera, también asesinado. 

–Parece una reunión del partido y no un tinto en la muerte…- Sale de los nostálgicos labios de Jaime. Añade: – Apártele la silla, José, ya llega Bernardo. – 

                                                        *** 

Alejandro se levanta temprano. Un día más. Mira por la ventana los entejados maltrechos, las malas calles, el olor a marginación. “Necesito la plata” y corre a juntarse con Fernando, si es que así se llama de verdad. Este le enseña a usar la ametralladora y le promete mantenerlo a salvo. No sabía que terminaría en la cajuela de un auto, junto al cadáver de su padre en la ciudad de Medellín. 

                                                         *** 

– Contexto: En la presidencia se encontraba Belisario Betancur  
(1982 -1986), había diálogos de paz con las guerrillas de origen comunista y de ahí nace la UP. El país estaba saliendo de la violencia bipartidista pero recién decrecía la Guerra Fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética, por lo que el comunismo era visto como la caída de todo sistema y un peligro latente.  

La UP era “el brazo político” de los insurgentes; era izquierdista y comunista. Tenía mucha fuerza entre la población trabajadora y llegó a hacerle pelea a los liberales y conservadores.  

  • “¿Cómo creen que le fue en las elecciones?”, pregunta la profesora de Historia de Colombia. El salón permanece en silencio, como si se anticiparan al luto de 20 años de muertes.  

                                                       ***  

Se imprimen en el periódico caldense La Patria, el 26 de marzo, las páginas a Bernardo Jaramillo. Fue todo un revuelo en el país que dio para varios titulares por más de dos semanas.  

“Dentro de su filosofía era necesario arriesgar lo que fuera necesario para defender a la colectividad “aunque sea la misma vida de uno”.” 40 mil personas en su entierro. Un pueblo cautivado por su discurso, los ideales que defendía y la esperanza que representaba Bernardo Jaramillo Ossa. 

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