e inteligencia artificial para el campo
Por Andrés Felipe Latorre Franco
La Universidad de Caldas, desde su Facultad de Inteligencia Artificial e Ingenierías, en alianza con BIOS y Clay OMICs realizó un curso en modalidad híbrida en el que se dieron orientaciones para aplicar nuevas tecnologías como el uso de drones SPME, que estimulan el crecimiento de las plantas a través de sonidos e inteligencia artificial en el campo.
El curso abordó las principales problemáticas de la cosecha: la detección de enfermedades, la optimización de fertilización y la identificación del mejor momento para la recolección de cultivos mediante inteligencias artificiales, las cuales se nutren de datos con base a las muestras de compuestos volátiles (sustancias químicas que se evaporan fácilmente a temperatura ambiente y se liberan en el aire), liberados por las plantas.
Narmer Galeano, coorganizador del evento por parte de BIOS, asegura que “la inteligencia artificial en este caso nos ayuda a identificar patrones y a tomar decisiones que permiten mejorar la calidad de la cosecha”. Además, en el curso se insistió en el sentido crítico hacia el manejo de estas inteligencias para así no depender de estas.
César Ossa, orientador de la charla acerca del drone SPME, comenta que el dispositivo analiza el estado de los cultivos mediante fotografías y videos. También menciona que se está trabajando en un proyecto para integrar un sensor que pueda detectar plagas y enviar alertas a un celular.
Riesgos de la Inteligencia Artificial
No obstante, la implementación de estas nuevas estrategias podría poner en peligro el uso de las tradicionales en el campo, debido a la agilización de la obtención de datos para la prevención o mitigación de plagas en los cultivos. Además, la accesibilidad de estas tecnologías va dirigida a productores agrónomos grandes, debido a que algunos campesinos dependientes carecen de los recursos para adquirirlas.

