Por Angélica Castro
El Festival Internacional de Teatro de Manizales (FITM) lanzó una campaña de aportes voluntarios. Por medio de la plataforma Vaki que va hasta el 25 de septiembre. Tras el eslogan “Que la calle vuelva a ser el escenario”, busca que se apoye el teatro callejero. Mediante una estrategia para financiar parte de su edición 2025.
Aunque desde la oficina del FITM se aclara que no está en riesgo la edición de este año. Esta iniciativa genera una conversación sobre la continuidad de este evento que tiene más de 50 años de historia.
La directora ejecutiva del festival, Mariangela Mendoza, explica que el evento aún cuenta con el financiamiento de la Alcaldía, Ministerio y Secretaría de Cultura de Manizales. “Estos recaudos se hacen con la intención de crecer y retomar espacios públicos como la calle, que siempre fueron escenarios clave en el festival y que tiene grandes costos por asumir. La campaña no quiere decir que el festival esté en riesgo”, aclaró.
Algunos manifiestan su inquietud
Pese al motivo de la campaña, algunos aficionados al teatro como David Humberto Carmona, profesor del grupo de teatro de la Universidad de Manizales, señala que es triste que un festival tan reconocido tenga que hacer una vaca para retomar su programación callejera. Añade que la búsqueda del recaudo ciudadano se puede interpretar como un fallo en la financiación local y departamental. “Aunque hacen los aportes, no son suficientes, porque no alcanza. Es lo que uno interpreta”, puntualizó.
Para Sofía Largo Jiménez, actriz de teatro, la creación del vaki genera sorpresa, pues desde hace varios años considera que las calles siempre han sido el principal escenario del FITM, y el primer acercamiento de niños, jóvenes y adultos al teatro. “Me genera una incógnita respecto a la distribución de recursos”. Para Sofía, este evento ya no es lo que contaban sus padres y sus abuelos, pues asegura que cada vez se notan menos asistentes, sumado al alto costo de la boletería. La gente ya no está participando tanto de estos encuentros culturales; y hoy es más complicado reunir los recursos para su realización. Dice que, si se pierde un espacio como este, se pierde la identidad cultural.
Según el Plan de Desarrollo de Manizales 2024-2027, la inversión proyectada para arte y cultura asciende a $93.428 millones de pesos. El alcalde de Manizales, Jorge Eduardo Rojas Giraldo, en diálogo con el periódico La Patria, confirmó que se destinarán $150 millones para el FITM, 50 millones más de los que se proyectaba inicialmente.
La estrategia de recaudo del FITM no busca reemplazar los aportes institucionales, sino aumentar los esfuerzos para mantener y expandir la oferta del festival. Sin embargo, abre el debate sobre la sostenibilidad financiera a largo plazo de un acontecimiento cultural que ha permanecido por años en el ADN manizaleño y que no solo es Patrimonio Cultural de la Nación, sino que es considerado el encuentro teatral más antiguo de América Latina.
Personaje destacado
Mariana Díaz Urueña, amante del festival desde niña, decidió donar parte de sus ahorros al enterarse de la campaña. “Mi abuela soñaba con participar en este evento, me acordé de ella y su amor al teatro y me animé a donar. Sentí que era mi forma de mantener vivo ese legado”, contó. Para sus amigos y familiares, Mariana no representa una ciudadana común, ya que su gesto simboliza el compromiso que tiene con el patrimonio familiar y cultural.
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