La capital caldense enfrenta desafíos para la protección infantil. Violencia intrafamiliar y sexual son los casos más comunes.
Por Mariapaz Cristancho J.
El informe más reciente de Manizales Cómo Vamos 2025 advierte que la protección a la primera infancia sigue en deuda, pues las autoridades aun no logran reducir sostenidamente las agresiones, que registran una tasa de 10,3 casos de violencia sexual y 3,4 de intrafamiliar por cada 10 mil niños y niñas. Manizales se ubica por encima de otras ciudades como Pereira, con tasas de 7,6 y 2,8 respectivamente.
El bienestar de los niños menores de 5 años no solo depende del acceso a la educación o a la salud. También depende del entorno familiar y emocional. Según datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en 2024 la ciudad fue la sexta con mayor tasa de violencia intrafamiliar y la tercera en delitos sexuales contra esta población.

De acuerdo con el ICBF, el maltrato a los menores puede darse cuando el acudiente no satisface sus necesidades físicas, psicológicas, de salud o educación, aunque este tenga los medios y el conocimiento para hacerlo. Además, señala que la violencia en la primera infancia suele presentarse en ambientes familiares o de personas cercanas donde los niños desarrollan vínculos afectivos con sus agresores.
Paula Echeverri, trabajadora social que acompaña casos de atención infantil en Manizales, dice que la mayoría de las familias donde se presentan estos casos tienen carencias económicas, pero que eso no justifica la violencia. Los padres no saben cómo actuar frente a una situación difícil con sus hijos. “Nos ha tocado ver mamás que no tienen vínculos afectivos con sus niños, que se desesperan fácilmente y los regañan sin motivo”, agrega Paula.
Por otra parte, el psicólogo Juan David Cardona explica que las causas de estos actos no solo son sociales, sino también emocionales. “Hay factores psicológicos y familiares muy marcados. Padres que vivieron maltrato en su infancia tienden a revivir esas pautas de crianza con sus hijos, y la falta de atención psicosocial agrava el problema”, añade Cardona.
Respuestas institucionales
El ICBF también señala que entre enero y abril de este año los reportes de riesgo para la niñez disminuyeron 48% a nivel nacional. Aunque en Manizales no hay cifras que demuestren una mejoría, esta entidad lidera programas de acompañamiento familiar, atención psicosocial y espacios de formación para padres primerizos.
A través de centros zonales y alianzas con la Alcaldía, el ICBF trabaja en la identificación oportuna de casos de violencia y en la restitución de los derechos de los menores afectados. Asimismo, realiza talleres de crianza, emocionales y de estrategias de prevención.

El informe plantea que las acciones conjuntas entre instituciones, educación y entornos familiares pueden fortalecer la prevención de la violencia contra la niñez. Por otro lado, advierte que la ciudad debe consolidar su sistema de protección integral con el fin de interrumpir los ciclos intergeneracionales de agresión y garantizar espacios seguros para la primera infancia.
Personaje destacado

Desde el Hospital Infantil de la Cruz Roja de Manizales, la trabajadora social Paula Echeverri combate casos de maltrato y riesgo hacia la primera infancia. Su labor es velar por la identificación temprana de casos de violencia y la atención a los mismos. A través de intervenciones con las familias, educa, orienta y hace los reportes al ICBF para garantizar el proceso de restablecimiento de los derechos a la niñez. Además, apoya en programas interdisciplinarios sobre salud y bienestar emocional. “Cuando detectamos señales extrañas o de maltrato, activamos de inmediato la ruta de protección”, explica Paula.
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