
Alberto Ocampo lleva alrededor de 20 años pintando chivas o, como él las llama, “lienzos andantes”. Él aprendió este oficio de forma empírica, con pruebas y errores, pero poco a poco fue desarrollando su estilo y con la ayuda de un libro de mandalas logró consagrarlo. En El Vespertino entrevistamos a Alberto y nos explicó todo acerca de este arte tan colombiano.
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