Texto y fotos por Valeria Pineda
La algarabía se tomaba las calles de los municipios. En donde la velocidad, las caídas y juegos que surgían de la nada eran la prueba viviente de que había niños y jóvenes que se tomaban la vocería de los principales sucesos. Una población en ascenso, con familias que tenían hasta 20 hijos. Con el pasar del tiempo, estas tradiciones se fueron perdiendo. Además, la educación sexual llegó a cambiar la vida de las mujeres y darles la posibilidad de decidir los hijos que deseaban sin esperar sorpresas. Surgieron las generaciones de cinco hijos y actualmente nace uno o dos de vez en cuando. Un giro repentino que ha puesto de cabezas el mundo.
Cada día los colegios y jardines reciben menos estudiantes. Y el bullicio de las calles con pequeños saltarines se ha trans- formado en risas coquetas, pisadas de bastones que caminan lento pero seguro y anécdotas que refrescan la memoria de los nuevos protagonistas del mundo, los adultos mayores.
Statista menciona que Japón es el país más envejecido del mundo, con cerca del 30% de nipones mayores a 65 años. En el caso de Colombia, según el DANE, Caldas es el segundo departamento con mayor porcentaje de adultos mayores, con 19,3%, justo detrás de Quindío, con 19,7%. Mientras que Manizales, según Cómo Vamos, es la ciudad capital con el índice de envejecimiento más elevado, con 121, el cual mide el número de personas mayores de 59 años por cada 100 menores de 15 años.
Cuidando a los adultos mayores
Esta transición demográfica ha puesto en jaque todos los sistemas. Por ello, es fundamental promover un trabajo conjunto que lleve a mejorar las vidas de las personas mayores, sus familias y las comunidades en las que viven, así lo afirma la OMS con su iniciativa de la Década del Envejecimiento Saludable (2021-2030).
A esta propuesta también se enlazó la Política Pública Nacional de Envejecimiento y Vejez 2022 –2031. La cual promueve una ancianidad que mantenga independencia y autonomía, y no solo la ausencia de enfermedad.
Al ver la población mayor en ascenso, en 2018 Caldas determinó que debía promover medidas para reconocerlos en la construcción de su ciudadanía. Por ello, la Gobernación del departamento, en convenio con la Universidad de Caldas y la Dirección Territorial de Salud, hizo la evaluación de la Política Pública Social para el Envejecimiento y Vejez en el departamento, para que quienes tomen decisiones los tengan cuenta.
¿Y en salud cómo vamos?
La esperanza de vida promedio en Caldas es de 78 años, y se estima que para el 2030, la población de adultos mayores represente el 25% del total. Las enfermedades crónicas son una de las principales causas de su muerte en el departamento. Por ello, el acceso a servicios de salud de calidad es esencial para prevenir y controlarlas. Si bien el 90% de los adultos mayores cuentan con cobertura, existe una brecha significativa en el acceso a servicios especializados y de atención a largo plazo.
En el caso de Manizales hay 95.690 adultos mayores de los cuales 95.269 están afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud, según Liliana Pérez Ángel, coordinadora del Programa de Atención a Población Vulnerable de la Alcaldía. Para aquellos que no están afiliados, se les brindan tres rutas: los adultos institucionalizados acceden de inmediato a un listado censal, sin tener en cuenta su nivel de Sisbén. En segundo lugar, está el régimen subsidiado con requisito de Sisbén hasta el rango C. Finalmente, para los casos que están por encima del nivel C está la contribución solidaria, allí realizan un aporte mensual y pagan menos que un cotizante.
Para los adultos mayores en condiciones de calle está la Unidad de Protección de Vida. Ofrece una red de apoyo para institucionalizarlos en los 53 centros de larga estancia en la ciudad, de los que el único público es el Hospital General San Isidro. Según Pérez, todos los centros cumplen con los servicios básicos de alimentación, cuidado y bienestar físico, mental y emocional. Sin embargo, varían los servicios agregados según lo que cobran o las donaciones que reciben.
A tejer una red de apoyo
Al divisar el panorama, la sociedad se percató de las acciones necesarias y por ello llegaron programas como Centros Vida y Centro Día, en busca de que el adulto mayor tenga un envejecimiento activo y se sienta parte importante de la sociedad. A su vez, surgieron proyectos como Años Vitales, Envejecer Bien, Vivir Bien, Me Cuido Activo, entre otros. Allí socializan y se educan sobre las nuevas tecnologías.
Caldas, y en especial Manizales, se ha vuelto foco como un lugar ideal para pasar esos últimos años dorados. Al ser una ciudad intermedia goza de un “ambiente que les implica mayor tranquilidad, seguridad e independencia para seguir haciendo sus actividades”, comenta Julialba Castellanos Ruiz, coordinadora del Programa de Envejecimiento Saludable de la Universidad Autónoma de Manizales.
La ciudad de las puertas abiertas tiene una mezcla de colores. Se unen las ganas de comerse el mundo, el estado jovial y de aventura de los jóvenes universitarios con la sabiduría de los años vividos y las experiencias aprendidas de los adultos mayores. Un factor que juega a favor, como lo explica Carmen Lucía Curcio Borrero, investigadora y magíster en Gerontología Social: “Las relaciones intergeneracionales y multigeneracionales promueven el desarrollo y la participación social de todos los involucrados. Generando una nueva cultura de entendimiento y colaboración, lo que favorece la participación de las personas”.
Emprendimiento plateado
A esta combinación de colores también se le agrega un toque de picante cuando la academia llega a tocar la puerta para aportar innovación. Con su ayuda, Manizales inició varios programas con el fin de certificar al municipio como Ciudad Amigable, línea a la que le apunta el alcalde Jorge Eduardo Rojas. Sin embargo, aún no se han visto acciones para potenciar lo que ya está establecido. Entre sus propuestas también se observa el desarrollo y apoyo a la silver economy o economía plateada.
Un término que se ha llevado los titulares alrededor del mundo, porque este giro de 180° en la demografía de las ciudades obliga a que se potencien actividades económicas, productos y servicios destinados a satisfacer las necesidades del adulto mayor. En general, Manizales y Caldas habían sido ajenos a afrontar este cambio, según cuenta Claudia Benavides, directora ejecutiva de Incubar. Sin embargo, la academia, empresas y startups se han unido para comenzar a explorar las posibilidades que oferta este grupo poblacional. Ejemplo de ello es la estrategia EcosystemBT, liderada por la Universidad Católica de Manizales, Incubar y la Universidad de Manizales, financiado por el sistema general de regalías: “Una iniciativa para convertir a Manizales en ciudad laboratorio para la innovación en la longevidad”, comenta Benavides.
De allí sale el programa de aceleración empresarial Startup Factory Growth & Late, que seleccionó a 30 empresas, de las cuales el 20% le apuestan a la silver economy. De este grupo, los emprendimientos Cognitiv y BeFree se ganaron la oportunidad de trabajar en España para validar sus propuestas de valor en el sector de la economía plateada. Así, con estos primeros picos, se busca lograr balance y colaboración entre universidad, empresa y Estado para promover la Ciudad Amigable.
“Esto es un vividero muy bueno”, exclama entre risas Elías López, un hombre de 80 años que goza de su ciudad. Un municipio que busca en sus adultos mayores una oportunidad para brindarles una mejor vida y en sí para que las generaciones venideras tengan una vejez digna y plena que es a la que todo joven aspira arribar cuando llegue el momento.

