La fuerza de seguir en pie

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Juliana Naranjo

Texto y foto por Juliana Naranjo

¿Qué?

Tras perder una pierna al pisar una mina antipersonal
a sus 23 años, Alejandro González se reinventó y
encontró una nueva oportunidad laboral en la seguridad
privada.


¿Quién?

Él es Alejandro de Jesús González Vasco, de 47 años.
Tiene una hija de 19 años y es vigilante de la Gobernación de Caldas. Durante cinco años sirvió en el Ejército
Nacional, hasta que un grave accidente en Yolombó,
Antioquia, cambió por completo su destino.


¿Dónde?

Hoy trabaja en la empresa Vigitecol, en Manizales. Allí
custodia espacios y personas con la misma disciplina y
compromiso que aprendió en las filas militares.

¿Cómo?

Con paso firme, y apoyado en su prótesis, Alejandro
cumple cada jornada laboral de ocho horas orgullosamente. Porta su uniforme de seguridad con satisfacción.
Recuerda lo que siempre soñó: proteger a los demás.


¿Por qué?

Después de perder su pierna en el campo de batalla,
pensó que sus sueños habían quedado enterrados. Sin
embargo, encontró en la seguridad privada una forma
de seguir cerca de su vocación. Y sobre todo, de su
familia.

“La vida me quitó una pierna, pero nunca la vocación de seguir protegiendo a los demás”.

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