Juliana Marulanda: enseñar, servir y salvar vidas

El Vespertino
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La vida de Juliana Marulanda Quintero está marcada por la educación y el servicio. Docente internacional y voluntaria de la Cruz Roja Colombiana, ha encontrado en estos dos caminos la posibilidad de transformar realidades. Desde hace cuatro años, combina su vocación pedagógica con el voluntariado, convencida de que el conocimiento y la solidaridad son herramientas capaces de cambiar vidas.

Nacida en Colombia y egresada de la Universidad de Manizales en Licenciatura en Educación Básica con énfasis en inglés, Juliana también es normalista superior. Su pasión por la enseñanza la llevó a ampliar su formación y realizar una maestría en la Universidad de Baja California, en México. Actualmente, vive en Kuwait, donde se desempeña como docente en Atakamul International School, llevando su compromiso educativo a un escenario multicultural.

Sin embargo, su historia no se detiene en las aulas. Desde junio de 2022, Juliana integra el grupo de Rescate Canino de la Cruz Roja, un sueño que comparte con Thailer, su pastor alemán de tres años y medio. Adoptado cuando tenía apenas dos meses, Thailer llegó como respuesta a sus oraciones y se convirtió en su compañero inseparable. Juntos entrenan para salvar vidas, fortaleciendo el vínculo entre la disciplina, el amor por los animales y la misión humanitaria.

El voluntariado le ha permitido experimentar la solidaridad desde una perspectiva más cercana y humana. Con la Cruz Roja Colombiana, Juliana ha participado en procesos donde el servicio trasciende la ayuda inmediata, convirtiéndose en una apuesta por la esperanza y la resiliencia de las comunidades. “Ser voluntaria es dar lo mejor de uno mismo para aliviar el sufrimiento de los demás”, afirma.

Hoy, Juliana equilibra su labor como docente en Medio Oriente con su compromiso como voluntaria en Colombia. Su experiencia internacional le ha permitido ampliar la visión sobre la educación y el servicio, entendiendo que ambos son universales y que, sin importar la cultura o el lugar, siempre habrá una necesidad de aprender y de tender la mano.

La historia de Juliana y Thailer es la muestra de que la vocación y la pasión se unen para cumplir un propósito mayor: enseñar con el ejemplo, servir con el corazón y, cuando sea necesario, arriesgar todo para salvar una vida.

Mira la entrevista completa en YouTube

https://youtu.be/Tqf57Nhl6kU?si=DDRWcQNrM4lvNNFb

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