Habitantes presentan preocupación.
Por Andrés Velasco, Jacobo Sosa y Mateo Uribe.e
Con más de cien años de historia, la iglesia San Miguel enfrenta un riesgo inminente debido al avanzado deterioro de su techo. Esta estructura, símbolo de unión y fe para la comunidad, muestra signos de colapso, lo que preocupa profundamente a los habitantes de la vereda y a sus líderes.
Alex Henao, un habitante de Morrogordo, considera la iglesia un pilar fundamental para la comunidad. “Es un orgullo tener la iglesia en la vereda, donde vivimos momentos de hermandad y formación,” comenta. Sin embargo, el deterioro del edificio no solo compromete la seguridad de los asistentes, sino que limita las actividades religiosas y comunitarias que allí se realizan. “Tristemente, vemos cómo nuestra iglesia se deteriora; me preocupa que no sea segura y que se destruya,” agrega.
El padre Leonel Ríos, quien celebra misa una vez al mes en San Miguel de Morrogordo, también destaca el valor histórico de la capilla. Recuerda la importancia de la familia que donó el terreno y cómo el edificio representa un punto de encuentro para generaciones de la vereda. “Es fundamental para la vereda. La trayectoria de recuerdos familiares debe permanecer como un lugar de prestigio y orgullo para los habitantes,” expresa el sacerdote, quien advierte sobre el “alto riesgo en las infraestructuras” y la urgencia de un mantenimiento preventivo.
Wilton, presidente de la Junta de Acción Comunal de Morrogordo, recalca que la iglesia “ya colapsa” y que “es historia en la ciudad.”
Ante esta situación, la comunidad organiza actividades para recaudar fondos y evitar la pérdida de este patrimonio. Una reciente rifa recolecta aproximadamente un millón trescientos mil pesos, destinados a cubrir parte de los gastos de reparación, aunque estiman que necesitan más recursos para asegurar la estabilidad de la estructura.
La comunidad de Morrogordo hace un llamado a las autoridades y a los ciudadanos de Manizales a unirse en esta causa para evitar que una iglesia, testigo de la historia y las tradiciones locales por más de cien años, se vea reducida a escombros.

