El Hospital San Félix de La Dorada, una de las instituciones de salud más importantes del Magdalena Medio caldense, atraviesa una de las crisis financieras más graves de su historia. Su gerente, César Augusto Ricones, advirtió que si no se concretan acuerdos de pago en los próximos días, el hospital podría quedarse sin recursos para operar antes de terminar 2025.
La situación refleja un panorama nacional de crisis hospitalaria que ya ha afectado a otras instituciones en Caldas y en el país, especialmente por las deudas acumuladas de las Entidades Promotoras de Salud (EPS).
Deudas que asfixian al hospital
Según datos de la gerencia y medios regionales, las deudas de las EPS con el Hospital San Félix superan los $46.000 millones, de los cuales $29.000 millones corresponden a la Nueva EPS.
Otras entidades como Famisanar y FOMAG también figuran como deudoras, con montos menores pero de alto impacto.
Ricones explicó que, además del retraso en los pagos, las EPS utilizan glosas y devoluciones administrativas para dilatar las obligaciones.
“Esto se volvió un problema porque abonan un mes, sin pagar lo que tienen que pagar, y al otro mes no. Nos toca prácticamente rogar para que nos cancelen la deuda”, expresó el gerente.
Un presupuesto agotado
El hospital tiene un presupuesto anual de $61.000 millones, pero el recaudo real está muy por debajo de lo esperado.
La falta de liquidez ha impedido la contratación de nuevo personal, la compra de medicamentos y la reposición de insumos médicos esenciales.
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“El presupuesto del hospital se agotó. Estamos esperando que el departamento nos dé una adición o que el Ministerio de Salud nos tire un salvavidas”, añadió Ricones.
Actualmente, el centro médico solo cuenta con recursos para operar unos pocos días más. Si no llegan nuevos giros, podría suspender parte de sus servicios antes de finalizar noviembre.
Sobrecupo y desabastecimiento
Aunque recientemente el hospital inauguró un nuevo servicio de observación con 20 camas, la demanda superó rápidamente la capacidad instalada.
En este momento, la ocupación alcanza un preocupante 150 %, lo que obliga al personal médico a redistribuir pacientes y atenderlos en condiciones de sobrecarga.
“Estamos otra vez al límite. Esta semana podríamos quedarnos sin insumos, y si eso pasa, tendremos que remitir pacientes a otros centros médicos”, señaló el directivo.
El problema se agrava porque muchos hospitales del departamento y de otras regiones no reciben pacientes de la Nueva EPS debido a las mismas deudas, lo que podría forzar traslados hacia Manizales o incluso otras ciudades del país.
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Pagos al día, pero sin margen para operar
A pesar de la crisis, la nómina y los pagos a proveedores están al día, según la administración del hospital.
El equipo directivo trabaja en acuerdos con otras entidades de salud para mantener la atención a los pacientes.
“Estamos en una labor maratónica. Si toca hacer contratos de 15 días o un mes, lo haremos, pero tenemos que encontrar la forma de terminar este 2025”, explicó Ricones.
Un reflejo de la crisis nacional en salud
El gerente insistió en que la situación del Hospital San Félix no es un caso aislado, sino parte del colapso estructural del sistema de salud colombiano.
Según la Contraloría General de la República, las EPS del país acumulan deudas por más de $32 billones, y solo seis cumplen con los requisitos financieros mínimos para operar.
“Para el Hospital San Félix hoy es necesaria una reforma de fondo, porque las EPS como están hoy no tienen cómo funcionar”, afirmó.
Otros hospitales también en riesgo
La crisis también golpea a otros centros médicos de Caldas.
El Hospital Universitario de Caldas reporta deudas superiores a los $80.000 millones, y el Hospital Infantil de Manizales ha tenido que cerrar camas de hospitalización y de UCI pediátrica por falta de recursos.
Las autoridades departamentales han promovido mesas de conciliación con las EPS, pero los avances han sido mínimos y la falta de giros mantiene a la red hospitalaria en jaque.
Un llamado urgente al Gobierno Nacional
El caso del Hospital San Félix resume el drama que viven cientos de instituciones públicas de salud en Colombia: deudas impagables, presupuestos agotados y riesgo de parálisis total.
De no llegar apoyo del Gobierno Nacional o una reestructuración del sistema, la atención médica de miles de caldenses podría verse gravemente afectada en las próximas semanas.
“El sistema de salud, como está hoy, no tiene cómo sostenerse. Estamos muy cerca del colapso definitivo”, advirtió Ricones.
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