Por Mariapaz Cristancho J.
La pérdida acelerada de los glaciares del Nevado del Ruiz, ubicado entre Caldas y Tolima en la Cordillera Central de los Andes, representa hoy una amenaza directa a los ecosistemas de alta montaña. Su desaparición podría poner en riesgo la supervivencia de especies de fauna y flora que dependen del frío, además de comprometer la función de los glaciares como reguladores hídricos para la región.
De acuerdo con estudios realizados por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), los glaciares colombianos podrían desaparecer en menos de tres décadas debido al deshielo constante, pues en el último siglo han perdido aproximadamente el 90% de la superficie helada. En el caso del Nevado del Ruiz, su retroceso compromete especies de fauna y flora, y descontrola la regulación hídrica en la región.
Fauna y flora
Adriana Serna, ingeniera ambiental, explica que las “especies adaptadas al frío corren riesgo de extinguirse y se pierden funciones naturales claves como la regulación hídrica y la protección ambiental”. El ecosistema del Nevado del Ruiz es hábitat de especies como el oso de anteojos, la danta de montaña y aves como el loro orejiamarillo, entre otros. El retroceso glaciar amenaza su supervivencia al transformar los ambientes fríos y húmedos de los que dependen. Si estas especies se extinguen, se afectan procesos clave como la dispersión de semillas y la polinización, lo que pondría en riesgo la regeneración de plantas como el pino colombiano y el romerón.
Regulación Hídrica
De acuerdo con Gonzalo Duque, ingeniero experto en geofísica y geociencias, la regulación hídrica se ve afectada porque el caudal de los cuerpos de agua se puede descontrolar con la pérdida de los glaciares, ya que en épocas de sequía no habría agua y en tiempos de lluvia, habría exceso de la misma. El Nevado del Ruiz redujo sus glaciares de 20 km² a solo 6–8 km², lo que acerca al ecosistema a un posible colapso en su regulación hídrica.
La desaparición acelerada de los glaciares del Nevado del Ruiz no es solo una pérdida, sino una advertencia sobre los efectos del cambio climático. Sin intervención se agravarán las consecuencias. Estrategias como la conservación de cuencas o la gestión de la regulación hídrica podrían mitigar los efectos y preservar los servicios ambientales de ese espacio.
Personaje destacado
Adriana Serna, ingeniera ambiental con más de 14 años de trayectoria, pasó de ser practicante a convertirse en Gerente de Ambiente, liderando un equipo de más de 15 personas. Su trayectoria se destaca por una actitud positiva y proactiva, enfocada en la prevención de incidentes y en la protección de la vida, así como en mantener altos estándares ambientales. Hoy es un referente en liderazgo, compromiso y fortaleza, demostrando que con sus habilidades y saberes en ingeniería ambiental se puede preservar la vida de todos.
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