Por Valeria Coca
Las obras públicas en Manizales avanzan alrededor de los principales corredores universitarios. Sectores como El Cable, Avenida Santander y los alrededores de la Universidad Nacional, Universidad de Caldas y Universidad de Manizales han recibido mejoras en movilidad, seguridad e infraestructura peatonal. Sin embargo, no todos los miembros de la comunidad estudiantil sienten que estas intervenciones atiendan plenamente sus necesidades.
Desde la administración municipal, las obras son vistas como un paso crucial hacia el bienestar de los jóvenes. José Fernando Olarte, secretario de Planeación de Manizales, aseguró que “el diseño de estas obras consideró las necesidades de los estudiantes universitarios. Mejoramos la conectividad, reforzamos la iluminación y priorizamos los espacios de encuentro en zonas críticas”.
Luisa Fernanda Cardona, secretaria de Desarrollo Social, respaldó esta visión: “Queremos que los espacios cercanos a las universidades no solo sean seguros, sino también escenarios de convivencia y vida comunitaria”.
Las obras incluyen el Bulevar de El Cable, la ampliación de andenes en la Avenida Santander y nuevas rutas peatonales hacia campus universitarios, dentro de una inversión total que supera los $947 mil millones para proyectos sociales e infraestructura en 2025.
Estudiantes reconocen avances, pero piden más soluciones
Sin embargo, la percepción en las universidades difiere. Estudiantes como Laura Parra, de la Universidad de Manizales, reconocen avances en seguridad, pero advierten que las obras no resuelven todos los problemas: “Hay sectores donde sigue faltando mantenimiento. Además, necesitamos más espacios funcionales y vías con mayor movilidad, no solo andenes”.
Andrés Ramírez, estudiante de la Universidad Nacional sede Manizales, también señaló: “La mejora en los andenes es positiva, pero todavía falta mucho en temas como transporte. Muchos de nosotros seguimos teniendo dificultades para movilizarnos entre las universidades y nuestras casas, sobre todo en horarios nocturnos”.
Desde el enfoque de género, Patricia Salazar Botero, de la Red de Mujeres de Manizales, advirtió: “Una acera iluminada puede cambiar la percepción de seguridad, pero es necesario un diseño urbano más pensado en las vivencias reales de las mujeres jóvenes. No todo se soluciona solo con cemento”.
Incluso algunas autoridades universitarias consideran que si bien la infraestructura mejora, hace falta una planificación más articulada que contemple necesidades como transporte público más eficiente, mobiliario urbano para estudiantes y escenarios deportivos accesibles.
El reto para la administración, según observadores, será ahora consolidar estas inversiones con un mayor diálogo con la comunidad universitaria, para que los cambios no solo se vean, sino que verdaderamente transformen la experiencia de vivir y estudiar en Manizales.
La Alcaldía invita a los estudiantes y universidades a participar en los espacios de planeación ciudadana y a presentar propuestas para futuros proyectos de intervención urbana.
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