Educación y apoyo
En el corregimiento de Río Blanco, los niños de Buenavista son transportados diariamente en Jeep a Manizales debido al cierre de su colegio, mientras que, en El Desquite, una profesora viaja kilómetros desde la ciudad para enseñar a sus estudiantes. El corregimiento de Río Blanco enfrenta importantes desafíos educativos, particularmente en las veredas Buenavista y El Desquite.
En Buenavista, el colegio fue cerrado hace varios años debido a la baja cantidad de estudiantes. Esta medida dejó a los niños sin una institución educativa en su vereda, lo que obligó a la Alcaldía a implementar un servicio de transporte en Jeep para trasladarlos diariamente hasta la Institución Educativa La Sultana, en Manizales. Juan David Agudelo, trabajador de secretaría de educación, comenta que “El transporte escolar es una estrategia de permanencia para que los niños permanezcan y no se retiren de las instituciones. Las instituciones educativas se encargan de las contrataciones y hacemos una transferencia de recursos por parte de la secretaría de educación”.
En El Desquite, la situación es diferente, aunque también presenta retos logísticos. Aquí, los estudiantes asisten a la sede de la Institución Educativa El Porvenir, que depende de un microbús que recoge a los niños en varios puntos de la vereda, como la recta de Letras, y los lleva hasta la sede educativa.
Este servicio de transporte es esencial para que los estudiantes puedan asistir a clases, ya que la vereda alberga alrededor de 45 niños.
El ejemplo de dedicación en El Desquite lo ofrece la docente encargada de enseñar a los niños de la vereda. Residente en del municipio de Neira, recorre a diario la distancia hasta la vereda, superando las dificultades del terreno y el tiempo de viaje, para asegurar que los estudiantes reciban su educación, Irma Yulieth Gutiérrez, profesora del colegio El Porvenir, afirma que “Los retos son muchos, tengo niños que viven a una hora del colegio, son niños que llegan un poco tarde y se tiene que hacer una nivelación de aprendizaje.
No podemos enviar tareas para la casa porque hay padres que no son alfabetizados, todo esto hace parte del entorno educativo. Amo lo que hago y por eso el sacrificio de venir hasta aquí”. El Programa de Alimentación Escolar (PAE) también juega un papel clave en las veredas rurales de Río Blanco.
Alimentación y transporte son claves para el Futuro de los Niños en Río Blanco
En El Desquite, los estudiantes reciben tanto almuerzos preparados en sitio como refrigerios industrializados, lo que les garantiza una alimentación adecuada durante su jornada escolar.
Mientras tanto, los niños de Buenavista, que son transportados a Manizales, reciben únicamente nutridos y puedan concentrarse en sus estudios. Gloria Álvarez Vasco, jefe de área del PAE, menciona que “Los niños deben aprender un hábito de alimentación saludable. Las instituciones educativas de tipo rural reciben complemento tipo almuerzo y un complemento industrializado que es un refrigerio. Para el caso específico de la vereda el Desquite, tenemos focalizados 42 estudiantes que reciben tanto refrigerio como almuerzo. De la vereda Buenavista solamente el refrigerio”. La estrategia de transporte y el apoyo del PAE son fundamentales para asegurar que los niños de Río Blanco puedan continuar su educación sin interrupciones. Sin embargo, tanto la comunidad de El Desquite como la de Buenavista esperan que las autoridades puedan encontrar soluciones a largo plazo que mejoren el acceso a la educación en estas zonas rurales.
