Trastornos mentales no tratados, dificultades económicas, problemas familiares, aislamiento social, desgaste laboral y predisposición genética entre los factores. Las cifras en jóvenes disminuyeron.
Redacción: Isabella González Rubio
Los casos de intento de suicidio en adultos entre 28 y 60 años pasaron del 29 % al 39 % en 2024. Aunque en Manizales las cifras generales disminuyeron frente al 2023, especialmente entre la población joven, este grupo de adultos continúa registrando un crecimiento en incidentes, de acuerdo con un estudio reciente de Manizales Cómo Vamos.
Según la OMS, cada año más de 720.000 personas se suicidan en el mundo, lo que equivale a una muerte cada 40 segundos. Por otro lado, con base en los registros de Manizales cómo Vamos, en la ciudad se registraron 607 intentos de suicidio el año pasado: 205 casos fueron en personas entre 28 a 60 años, 196 en personas de 18 a 27 años y 122 entre menores de edad.
¿Por qué sucede esto?
La conducta suicida está marcada por múltiples factores que están interconectados. Entre ellos destacan los trastornos afectivos no tratados y las depresiones reactivas frente a dificultades económicas. De igual forma, los conflictos familiares, las rupturas de pareja y el aislamiento social acentuado tras la pandemia contribuyen significativamente, explica Rubén Obando, psicólogo y fundador de Like Por La Vida, una organización dedicada a fortalecer la salud integral en Colombia.
Obando señala que también influye el contexto social: “vivimos en una sociedad marcada por el individualismo urbano y la pérdida del tejido comunitario”, lo que profundiza la sensación de soledad. A esto se suma la escasa participación ciudadana en redes de apoyo.
La psicóloga Jimena Osorio, enfatiza que no tener una red de apoyo adecuada, en otros términos, un grupo de personas que estén dispuestas a brindarnos ayuda, se considera un factor de riesgo. Entre otros detonantes se identifican la poca adherencia a los acompañamientos de salud, el consumo de sustancias psicoactivas, las pérdidas de personas importantes en el entorno, el miedo a sufrir o enfrentar alguna enfermedad y la falta de hábitos saludables.
Jorge Rubio Jiménez, director de la Territorial de Salud, destaca que es fundamental considerar el factor genético. En algunas zonas del departamento de Caldas, como Aranzazu, Manizales y la Dorada, se observa una tendencia hereditaria a padecer enfermedades mentales.

Consecuencias laborales y estigmas sociales
En el ámbito laboral, Rubén aclara que las variables incluyen la falta de oportunidades de empleo, el estrés crónico, la inseguridad laboral y el agotamiento emocional. La mayoría de los adultos trabajan en sectores como servicios, educación y salud, lo que se ha convertido en un desencadenante frente al actual contexto de inestabilidad, como el colapso de los servicios médicos y los paros en la formación educativa.
En consecuencia, se ha identificado un aumento de casos de síndrome de burnout, es decir, desgaste profesional caracterizado por agotamiento emocional y trastornos de ansiedad derivados de la carga laboral. De igual forma, la transición tecnológica transforma las dinámicas sociales, genera una sensación de desconexión emocional y exige constantemente un alto rendimiento, lo que afecta la percepción y el bienestar profesional, profundiza Obando.
Además, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los estigmas que existen sobre los trastornos mentales y el suicidio dificultan que las personas pidan ayuda y accedan al apoyo necesario. Esta situación impide que la prevención del suicidio se aborde adecuadamente, ya que la falta de sensibilización y los prejuicios sociales limitan el debate abierto y la priorización en las políticas públicas.
Sistemas de prevención
En la ciudad, la prevención del suicidio se aborda mediante múltiples estrategias. El programa “Estamos Contigo” ofrece atención psicológica, una red de apoyo, la Línea 123 opción 3 y seis Centros de Escucha para acompañar a personas en riesgo.
La Territorial de Salud de Manizales busca que no solo los hospitales cuenten con psicólogos, sino que también las EPS incluyan dentro de sus actividades la intervención psicológica en diferentes escenarios. Así, el profesional no se limita a la consulta externa, sino que también puede brindar atención en urgencias y ofrecer acompañamiento personalizado a las familias, menciona Jorge Rubio.
A su vez, Rubén asegura que fundaciones como Like Por La Vida implementan estrategias como intervenciones vivenciales, talleres de habilidades para la vida y espacios de sensibilización comunitaria. Asimismo, se aplican protocolos de atención integral en conducta suicida que se articulan con normativas vigentes, como el Decreto 0729 de 2025, para garantizar una atención oportuna y eficaz.

Personaje destacado

Gustavo Adolfo González Escobar, ingeniero de sistemas, entiende mucho más sobre salud mental a sus 45 años que en el pasado. Recuerda que, en su niñez y adolescencia, este tema no tenía espacio en las conversaciones familiares, y menos aún se hablaba abiertamente con personas fuera del círculo cercano. Como él, muchas personas de su generación, y aún más las anteriores, crecieron sin la oportunidad de expresar sus situaciones ni recibir apoyo o guía. Sin embargo, hoy reconoce que la salud mental debe estar presente en la agenda pública y valora la importancia de pedir ayuda cuando se necesita.
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