Arte urbano divide opiniones en el estadio Palogrande

Unidiario
Por
3 Min de lectura

Por Sofía Martínez Cardona

La reciente medida implementada por la Alcaldía de Manizales ha abierto un debate sobre el uso del estadio Palogrande. La iniciativa busca ofrecer espacios dentro del recinto deportivo para que artistas callejeros presenten sus obras, en especial mediante el graffiti.

Esta adecuación de lienzos públicos para el graffiti ya estaba contemplada en el proceso de planeación para las renovaciones del estadio, aprobadas por el Concejo de Manizales. Según el documento 01.-Matriz: Experiencia, cultura, recreación y deporte, publicado en el SECOP, la medida forma parte de la licitación de las reformas del escenario.

El secretario de deporte, Diego Espinosa, afirma: “La pintura de la fachada del estadio Palogrande esta adelantada un 50% y hemos establecido estos puntos de expresión cultural y artística del graffiti para las personas que quieran plasmar su arte con el fin de respetar los espacios autorizados”.

Diversidad cultural vs. identidad futbolística

Desde la perspectiva artística, la propuesta es vista como una oportunidad para la expresión cultural. Daniel Buitrago, artista callejero, expresa su desacuerdo con la medida argumentando que: “Eso monopoliza el espacio y, de cierta manera, afecta la circulación cultural. En Manizales hay diversidad de expresiones que deben ser tomadas en cuenta”. En la misma línea, Santiago Urrea, docente de Ciencias Políticas y Jurídicas, señala: “El estadio está en una zona universitaria, donde suceden muchas cosas más allá del fútbol. Al ser un espacio público, también debe reflejar la diversidad de expresiones que lo habitan”.

Por otro lado, el sector deportivo defiende la importancia del estadio como un referente del fútbol en la región. Juan Sebastián Gómez González, fundador de Holocausto Norte, resalta que el Palogrande es el “templo” del Once Caldas y un lugar de gran valor simbólico para los aficionados.

Sofía Rodríguez, hincha del equipo Once Caldas, manifiesta su desacuerdo con la decisión de la Alcaldía, argumentando que el estadio es, ante todo, un espacio deportivo y que se debe respetar su función principal.

Reflexión sobre el uso del espacio público

El debate sobre el arte callejero en el estadio Palogrande pone sobre la mesa una discusión más amplia: ¿cómo deben aprovecharse los espacios públicos? Para algunos, permitir la intervención artística es una forma de democratizar el acceso a la cultura. Para otros, implica alterar la identidad de un espacio con un significado muy arraigado en la comunidad futbolera.

En este contexto, la controversia no solo enfrenta a artistas y aficionados, sino que también invita a reflexionar sobre la convivencia de distintas expresiones en la ciudad y el equilibrio entre tradición y transformación.

TAGS
Compartir este artículo
No hay comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *