Arte se convirtió en el motor de vida para María Victoria Parra Vargas y sus hijos Juan Camilo y Artur Santiago, diagnosticados con la enfermedad huérfana Pelizaeus Merzbacher. Desde su experiencia como licenciada en pedagogía infantil y madre cuidadora primaria, ella entendió que la creatividad podía transformar su realidad.
María Victoria diseñó ambientes llenos de estímulos donde el juego, la literatura y la pintura revelaron la sensibilidad artística de sus hijos. Descubrió que el arte los tranquilizaba, los hacía felices y les ofrecía una forma única de comunicación.
En 2021, una amiga les regaló su primer kit de pintura acrílica. Ese gesto dio inicio al proyecto artístico Los Hermanitos Córdoba, una propuesta de arte adaptado e inclusivo que hoy cuenta con reconocimiento internacional.
Ellos prefieren pintar de mil colores, como una afirmación de vida y libertad que desafía la rigidez de lo “correcto”. María Victoria entendió que sus hijos no solo disfrutaban pintar: expresaban cómo veían el mundo, con esperanza, intensidad y sin límites.
El arte también permitió a María reconectarse con su sueño de infancia: ser artista plástica visual. A través de sus hijos, revivió esa pasión olvidada y descubrió que los tres podían crear juntos desde sus propias fortalezas.
Hoy sus obras han viajado a Estados Unidos, Europa y América Latina. Su mensaje de inclusión ha tocado corazones en muchos países. Gracias al arte, esta familia transformó la adversidad en belleza, identidad y propósito.
Los Hermanitos Córdoba seguirán pintando el mundo con los colores de la resiliencia, demostrando que las personas con discapacidad pueden lograr lo inimaginable si reciben amor, apoyo y oportunidades verdaderas.
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