Por: Catalina Alzate, Valeria Llano, Silvana Cárdenas
En el pintoresco pabellón tres de la Galería de Manizales se encuentra una ludoteca que ha adquirido un significado especial para la comunidad. Tres mesas de colores vivos, verde y naranja, se destacan en el espacio, acompañadas por pequeñas sillas azules que esperan ansiosas a sus ocupantes más jóvenes. En una esquina, un pizzarrón negro se convierte en el tablero donde se escriben los sueños y las aventuras de los niños: “Ludoteca Cristal de Sábila”, escribe la profe Laura con tiza blanca, marcando el inicio de una tarde de aprendizaje y diversión.
“La Ludoteca Cristal de Sábila es un ambiente protector para los niños hijos de los comerciantes formales e informales de la plaza de Manizales, un ambiente que adquiere un sentido pedagógico, donde los niños interactúan desde el respeto por el otro”, afirma Laura Sofía Quintero, profesora.
Los estantes de la ludoteca están repletos de tesoros: libros de fábulas infantiles que esperan ser descubiertos por mentes curiosas y ansiosas por aprender. Cada tarde, a las dos, la profe Laura, una dedicada practicante, abre las puertas de este pequeño paraíso a los niños que, mientras sus padres trabajan incansablemente en la galería, encuentran refugio y alegría en este rincón educativo. Desde las 2:00 P.M. hasta las 4:00 P.M., este espacio se convierte en un mundo de posibilidades para 13 estudiantes, un lugar seguro donde pueden explorar, aprender y crecer juntos.
Un Refugio de Conocimiento y Alegría
La Ludoteca Cristal de Sábila es mucho más que un simple espacio educativo, es un refugio de conocimiento y alegría para los niños de la galería. Creada con amor y dedicación, esta ludoteca se ha convertido en un faro de esperanza para los pequeños habitantes de este rincón de la ciudad. Aquí, los niños no solo encuentran un lugar seguro donde pasar sus tardes, sino también un ambiente enriquecedor donde cada actividad está cuidadosamente diseñada para estimular su curiosidad y fomentar su amor por el aprendizaje.
Cada día en la ludoteca, durante esas dos horas mágicas, los niños participan en actividades que van desde mejorar la lectura, emocionantes juegos lúdicos y crear hermosas manualidades. Estas actividades no solo desarrollan sus habilidades académicas, sino que también les enseñan valores fundamentales, inculcando en ellos el respeto, la amistad y la solidaridad.
En el 2015, a partir de la experiencia de más de 15 años en el desarrollo de ludotecas Naves en Colombia, la Corporación Juego y Niñez invitó a más de 10 organizaciones públicas y privadas que tenían gran experiencia en la implementación de ludotecas a construir líneas conjuntas desde la visión que se necesitaba en el país para favorecer el ejercicio de los derechos de la niñez, visibilizando las bondades del juego en la educación infantil, esto según la Organización Juego y Niñez.
Detrás de la magia de la Ludoteca Cristal de Sábila se encuentra un esfuerzo colaborativo que ha unido a la comunidad en un lazo de solidaridad. Diferentes entidades de la ciudad se han unido a la ludoteca, compartiendo su tiempo y conocimientos con los niños. Entre estas organizaciones, Las Damas Grises de la Cruz Roja se destacan por su dedicación y participación continua. Casi cada semana, estas voluntarias visitan la ludoteca para organizar emocionantes juegos y actividades que llenan el lugar de risas y sonrisas.
Un Futuro Brillante a Través del Aprendizaje y la Amistad
En la Ludoteca Cristal de Sábila, los niños no solo adquieren conocimientos; encuentran un lugar donde sus sueños y aspiraciones toman forma. Cada página leída, cada sonrisa compartida y cada nuevo amigo hecho en este espacio se convierte en un paso hacia un futuro mejor. Es un lugar donde la alegría de aprender se entrelaza con la magia de la infancia, creando recuerdos imborrables y sembrando las semillas para un futuro lleno de posibilidades conjuntas.
Así que, mientras el sol se oculta en el horizonte y la Ludoteca Cristal de Sábila cierra sus puertas cada tarde, los ecos de risas y aprendizaje perduran en el aire, esperando abrir al otro día para recordarnos que, con amor, dedicación y colaboración, podemos construir un mundo mejor para los niños, los cristales.
Muy buen ejercicio, felicidades